Entradas

El psicólogo y experto en crecimiento personal Raúl Padilla escribe el artículo «Los 70, la nueva edad de oro… también para las relaciones sexuales» en periódico El País.

Hay que jugar y disfrutar aceptando nuestras limitaciones y sacando partido a lo que la naturaleza nos regala.

Quedó atrás la concepción de la vejez como involución recluida en casa, de la simple acumulación de años como enfermedad que había que ocultar. De los abuelos dándose un beso en la mejilla y la mano con ternura como máximo exponente de la sexualidad en la tercera edad… de que la edad limita en la capacidad de dar y recibir placer, en el más amplio de los sentidos.

Leer más

El psicólogo y experto en crecimiento personal Raúl Padilla inicia una nueva etapa de escritor de opiniones del periódico El País.

Después de colaborar en muchos artículos profesionales de psicología en periódicos, radio y televisión. El periódico El País le ha pedido ser escritor de opiniones en elpais.com, con diversas temáticas relacionadas con la psicología, sexología, etc….

Leer más

Raúl Padilla colabora en codigonuevo.com en el artículo «No Permitas Que El Miedo A Que Te Dejen Acabe Destruyendo Vuestra Relación» de Alejandro Tovar.

Leer más

Una de las primeras preguntas que me suelen hacer en terapia sexual es cuál es la frecuencia normal con la que se mantienen relaciones sexuales, sobre todo, digo yo, para ubicarse y tener una referencia de la gravedad de su caso con un dato «objetivo». Mi respuesta siempre es la misma:

“Entre una vez al año y siete veces al día. Menos de una vez al año podría considerarse falta de interés y más de siete veces al día de forma continuada puede tener efectos perjudiciales para la salud, sobre todo si se produce eyaculación en todas ellas.”

Leer más

Es un varón.

Ser varón significa muchas cosas… por el mero hecho de que en un momento de la gestación se castre un alelo que potencialmente podía haber seguido su desarrollo hacia un cromosoma X, pero que por la acción de determinados genes se manifestó como Y, masculino, podemos decir que existe un pequeño hombrecito creciendo dentro de la tripa de mamá a las dieciséis semanas de gestación. En esencia, cuando el bebé sale del cuerpo de su madre lo primero que se mira es la entrepierna del chiquitín en busca de su atributo definitorio, a mucho antes del nombre… Es un varón.

La etiqueta está puesta y, como un corazón tallado a navaja en la corteza del árbol, se irá desarrollando y amoldando al paso del tiempo en círculos concéntricos de crecimiento troquelado por el afilado diagnóstico.

Sí, ser varón significa que el llanto es prueba de debilidad porque no se soporta el dolor. Porque sólo se llora por dolor. La expresión emocional básica queda así empobrecida y dirigida a la consecución de objetivos.

Leer más

Hay dos grandes motivadores universales, el placer y el dolor… Universales porque se dan en todo ser vivo conocido. Desde una ameba hasta una planta, desde un hámster a un ser humano, todos los seres tienen una tendencia natural a buscar el placer y a evitar un dolor.

Placer y dolor son, muchas veces, las caras opuestas de la misma moneda, ya que, por un lado,  el dolor producido por la necesidad desaparece cuando el placer de satisfacer la necesidad llega finalmente; pero por otro lado el placer cuando cesa, o cuando aunque se esté disfrutando se anticipa que puede finalizar, da paso al dolor asociado a la pérdida.

Leer más

Este trastorno, aunque también sucede entre los hombres, es bastante común entre las mujeres. En realidad, en todas las mujeres existe la capacidad fisiológica para el orgasmo. El orgasmo es una respuesta que no nace espontáneamente, sino que se aprende, y, como todo aprendizaje, depende de la habilidad y de la constancia de la persona que se aprenda mejor o peor. La anorgasmia en sentido estricto es la incapacidad para disfrutar de un orgasmo, aunque en sentido laxo es la falta de resolución en orgasmo de una relación sexual por la mera penetración, por la fricción del pene con la vagina interna. Partiendo de estas dos definiciones tendríamos, pues, dos tipos de anorgasmia.

Leer más