La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que marca el cese de la menstruación y está rodeada de cambios físicos, emocionales y hormonales. Uno de los aspectos que a menudo se aborda con menos frecuencia pero que es esencial para el bienestar general de la mujer en este periodo vital es el de la sexualidad. En este artículo, exploraremos las complejidades de la sexualidad durante la menopausia, desmitificando conceptos erróneos y destacando las oportunidades que se abren para un poder iniciar viaje sexual distinto, saludable y pleno.
¿Qué es la menopausia y cuáles son sus efectos?
La menopausia generalmente tiene lugar experimentada entre los 45 y 55 años de edad de las mujeres, aunque puede iniciarse antes o después. Este proceso lleva consigo una serie de cambios en el cuerpo de la mujer como resultado de la interrupción del ciclo menstrual. La disminución de los niveles de estrógeno y progesterona puede provocar síntomas como sofocos, cambios en el sueño y sequedad vaginal, factores éstos que pueden influir en la percepción y en la experiencia de la sexualidad.
¿Cómo combatir la sequedad vaginal y el dolor durante el coito?
Uno de los desafíos comunes a los que que las mujeres se enfrentan durante la menopausia es la sequedad vaginal, producida por un descenso en el nivel hormonal. Esta sequedad puede provocar molestias e incluso dolor durante las relaciones sexuales, algo que puede hacer que se vivan como algo doloroso y desagradable y que puede, a la larga, afectar al deseo de mantener relaciones sexuales con penetración. La comunicación abierta con la pareja y el uso de lubricantes y humectantes vaginales pueden ser herramientas efectivas para abordar este aspecto y mantener la comodidad y el placer sexual.
Cambio en la Libido: ¿Realidad o Mitología?
Es cierto que la disminución de los niveles hormonales puede afectar la libido de las mujeres durante la menopausia. Sin embargo, es crucial y necesario, no sólo durante la menopausia, sino durante todo el proceso vital, reconocer que la libido es un fenómeno multifacético. La libido se ve influenciada por factores físicos, emocionales y psicológicos, no sólo hormonales… se puede prender la chispa desde muchos lugares distintos para provocar un incendio. Algunos secretos para avivar la llama son explorar nuevas formas de intimidad, comunicarse abiertamente con la pareja. También es recomendable buscar asesoramiento externo, porque a veces no sabemos sacar partido a algo que tenemos delante pero que nunca nos hemos parado a comprobar su uso. Hay muchos factores que pueden ayudar a mantener y revitalizar la vida sexual.
Cuerpo, autoestima y aceptación
Los cambios físicos que se producen durante la menopausia, como el aumento de peso y la redistribución de la grasa corporal, pueden influir en la autoimagen y la autoestima de la mujer. Cultivar una actitud positiva hacia el propio cuerpo y practicar el autocuidado son aspectos fundamentales para mantener una conexión saludable con la sexualidad, porque las personas empezamos haciendo el amor con nosotras mismas y luego, en segundo lugar, con quien comparte nuestros juegos. Si no nos deseamos no podemos disfrutar.
Oportunidades de placer y conexión emocional
La menopausia no solo presenta desafíos; también ofrece oportunidades para explorar nuevas dimensiones en el placer y en la conexión emocional. Dejar de tener en mente la posibilidad de concepción y el cuidado extra que ello implica puede proporcionar una mayor libertad a la mujer y provocar que toda la atención se enfoque en el disfrute mutuo. La comunicación abierta con la pareja acerca de las necesidades y deseos se convierte en un componente clave de esta nueva fase de la vida sexual.
Asesoramiento y recursos
Se transita una vía desconocida con mayor tranquilidad y seguridad si se lleva un mapa o una guía de lo que podemos encontrar. La búsqueda de asesoramiento profesional, ya sea a nivel individual o de pareja, puede ser una herramienta valiosa para abordar las complejidades de la sexualidad durante la menopausia. Los terapeutas sexuales y los profesionales de la salud pueden ofrecer orientación específica y estrategias adaptadas a las necesidades individuales que pueda plantear tanto la mujer como su pareja en este momento de encrucijada.
Estigmas culturales y la importancia de la educación sexual del ciclo vital
Los estigmas culturales y la falta de educación sexual sobre el ciclo vital contribuyen a la falta de comprensión y apoyo en torno a la sexualidad durante la menopausia. La sexualidad unida a la capacidad reproductiva ha hecho históricamente que la mujer al entrar en la menopausia desapareciera de la escena sexual definitivamente tras un periodo de madurez en el que paulatinamente se iba diluyendo su valor como objeto sexual para el resto de la sociedad. El ciclo vital de la sexualidad incluye el hecho sexual desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte atendiendo a su naturaleza expresada en cada momento del ciclo vital. La sexualidad no desaparece con la fertilidad femenina, cambia y se renueva. Romper estos estigmas implica un esfuerzo colectivo para normalizar la conversación sobre la salud sexual en todas las etapas de la vida y proporcionar recursos educativos adecuados.
Abrazando la sexualidad durante la menopausia
La menopausia no marca el final de la sexualidad; más bien, es una nueva etapa con sus propias características y posibilidades. Al abordar los desafíos que nos plantea con empatía, comunicación abierta y el apoyo adecuado, las mujeres pueden experimentar una sexualidad plena y satisfactoria durante la esta etapa de sus vidas. Este viaje, aunque a veces sea desafiante, presenta oportunidades para el crecimiento personal, la conexión emocional y la exploración de nuevas dimensiones del placer y la intimidad. En última instancia, abrazar la sexualidad durante la menopausia es una parte integral y básica para la consecución de una vida saludable y plena.