Alexitimia, el origen, prevalencia, riesgos para la salud y su tratamiento
ANTECEDENTES
Etimológicamente la alexitimia (a-lexi-timia) procede del griego y quiere decir inexistencia de palabras para hablar de las emociones. La palabra fue usada por primera vez por Sifneos en 1972 en relación con una hipótesis explicativa de los trastornos psicosomáticos desde una perspectiva psicodinámica.
Sifneos postulaba la hipótesis de que la expresión de las emociones que no se podía hacer de forma verbal se realizaba por medio del cuerpo a través de los trastornos psicosomáticos. A esta conclusión le llevaba el que aproximadamente la mitad de las personas que padecían estos trastornos tenían una serie de carencias a la hora de lidiar con sus emociones internas.
En la alexitimia se dan tres déficit en el manejo de las emociones que explicarían sus conductas características:
- Un déficit atencional a las emociones que o bien es voluntario y usado como estrategia defensiva, o bien automático al haber una disociación entre la percepción emocional y su correlato fisiológico.
- Un déficit a la hora de distinguir entre las diversas emociones propias y ajenas, no reconociendo entre ellas y percibiendo simplemente la carga energética indiferenciada.
- Un déficit en le expresión verbal de las emociones que les impide compartir y hablar sobre las mismas, con o que no pueden procesarlas ni integrarlas a nivel verbal.
Es decir, hay un déficit en la atención, en la discriminación y en la elaboración verbal de la experiencia afectiva. Se asocia a un afrontamiento de evitación e inhibición emocional, a baja expresión emocional y a malestar afectivo. No es que sean incapaces de experimentar o sentir los estados emocionales, más bien tienen una dificultad para diferenciarlos de forma interna y verbalizarlos.
Esta dificultad que tienen algunas personas para identificar y expresar sus emociones va acompañada de una forma de pensar pragmática y carente de fantasía. El no poder elaborar cognitiva ni verbalmente la experiencia emocional conlleva un malestar crónico. Esta incapacidad, al estar inadecuadamente regulada, tendrá consecuencias negativas para el funcionamiento tanto biológico como psicológico de la persona. (Taylor, Bagby y Parker, 1997)
ORIGEN
No se pueden descartar variables de tipo neuroanatómico o genético en la genesis de la alexitimia. Con eso y todo la hipótesis psicológica según la cual es en la enculturización y socialización familiar donde se gesta la alexitimia es la que parece más prometedora. Además esta hipótesis tiene un mayor poder predictivo y explicativo de sus efectos en la salud.
La cultura determina, al mediatizar la expresión somática, la elaboración mental y la expresión verbal de las emociones. Así, mientras unas culturas se caracterizan por la expresión somática de las emociones, otras lo hacen por una expresión mental o psicológica de las mismas. Siguiendo este razonamiento, la alexitimia provendría de un proceso de aprendizaje sociocultural en el que, teniendo en cuenta que las emociones existen en todas las culturas, cada una se referiría de forma distinta a los sentimientos intrapsíquicos.
Teniendo esto en cuenta, podría deducirse que la alexitimia es consecuencia de algún tipo de interacción social en el que se ha troquelado el manejo de las emociones de la persona (Kirmayer y Robins, 1993)
La cultura tiene un impacto directo en el funcionamiento familiar. La forma en que los valores, actitudes, deseos o creencias en el medio sociocultural en el que viven los padres e hijos, dan sentido a las normas de las relaciones entre ellos y también producen un gran impacto en el bienestar de los miembros de la familias, mediatizando, por tanto los comportamientos alexitímicos. (García y Peralbo, 2000)
Las relaciones familiares disfuncionales facilitan la presencia de comportamientos relacionados con la alexitimia. Así, un ambiente familiar positivo se asocia con una menor vulnerabilidad y mayor protección social, con lo que dificulta la aparición de la alexitimia. Un contexto familiar negativo presupone pocas destrezas y mayor vulnerabilidad, y favorece la aparición de la alexitimia. (Davis, Sucher y Fox, 2004). Así, cuando se dejan de compartir emociones y sentimientos dentro de las familias, quedan al descubierto las necesidades emocionales (Sánchez, Serna, Seona y Páramo, 2003).
Hay un factor familiar que es buen predictor de la alexitimia. La falta de cohesión intrafamiliar y la inexistencia de una vía clara de expresión emocional en el seno de la familia. Cuando se produce este tipo de interacción familiar se dificulta la comunicación emocional. Cuando se da una cohesión suficiente y unas reglas y pautas claras de expresión emocional, por otra parte, se dificulta la aparición de la alexitimia. Es decir, que cuanto menor es vínculo entre los integrantes de la familia, existe una mayor prevalencia del comportamiento alexitímico.
Más que un problema individual, la alexitimia es el síntoma de una familia que evita el conflicto y las tensiones emocionales. Las dificultades para verbalizar experiencias emocionales son debidas a que las emociones son bloqueadas en estas familias para evitar conflictos y mantener un «mito de armonía». La familia podría estar utilizando reglas rígidas para evitar hablar de lo que sienten. (Onis et al., 1994)
PREVALENCIA
Existe mayor prevalencia de alexitimia entre la población masculina. Esto es coherente con el estereotipo de que el varón muestra menos sus emociones que la mujer. También hay una mayor prevalencia en niveles socioeconómicos y socioculturales bajos. Por otra parte, se da mayor nivel de alexitimia a medida que aumenta la edad. Esto está supuestamente relacionado con la reducción de la expresión espontánea de la emoción según avanza la edad. También cuando aumenta la edadse acentúa el anclaje en la realidad inmediata con lo que esto conlleva. (Páez y Velasco, 1993)
La mayor prevalencia de alexitimia se produce entre los pacientes psicosomáticos, llegando hasta un 50 %. Esta relación no es de causa efecto, no es tan directa sino más bien circunstancial. La mitad de los pacientes psicosomáticos no padece alexitimia y, por otra parte, hay muchos alexitímicos que no tienen síntomas psicosomáticos. También existe alta prevalencia entre personas adictas a sustancias psicoactivas.
RIESGOS PARA LA SALUD
En los años 70, estudios empíricos mostraron que la alexitimia es un factor de riesgo para enfermedades psiquiátricas como depresión, trastorno por uso de sustancias, ansiedad y control de los impulsos. (Taylor, Bagby y Parker, 1977). De hecho quedó demostrado que los pacientes alexitímicos están significativamente más ansiosos y deprimidos que los no alexitímicos y presentan un mayor número de quejas físicas y alteraciones psicológicas generales. Junto a lo anterior se veía un factor subyacente, un manejo ambivalente del enfado, canalizado tanto a través de su inhibición como de su expresión directa.
Las personas con un mayor nivel de alexitimia mantienen un estilo de vida menos saludable que puede desembocar en trastornos coronarios, hipertensión o trastornos gastrointestinales, así como otros trastornos psicosomáticos. Psicológicamente pueden desarrollar trastornos de la conducta alimenticia, adicciones así como la alteración de los estados del ánimo.
Desde el punto de vista emocional, las personas altas en alexitimia señalan un estado de ánimo más depresivo, mayor hostilidad tanto interiorizada como exteriorizada y un alto nivel de rumiación.
La coexistencia de emociones negativas como la rumiación, el enfado o los estados depresivos con la alexitimia, tienen efectos nocivos sobre la salud. Así alexitimia más rumiación e interiorización del enfado se asocian con un estilo de vida poco saludable. Alexitimia más depresión se asocia con una mayor percepción de los síntomas. Además, conforme la expresión abierta del enfado va disminuyendo en presencia de la alexitimia, hay mayor probabilidad de que aparezca en estas personas la hipertensión. Estas asociaciones no se dan en personas con un nivel bajo de alexitimia.
La alexitimia puede estar detrás de las dificultades que presentan las personas para modificar hábitos de vida asociados con el riesgo cardiovascular, junto con un exceso de somatización y con la incapacidad para identificar y relatar cómo se sienten. Su identificación en medicina primaria puede ser interesante a nivel de prevención.
TRATAMIENTO
El alexitímico rara vez busca tratamiento de motu propio. Suele hacerlo por su cónyuge que se queja de la pérdida de comunicación en su relación. También puede venir por parte del médico que se siente incapaz de encontrar una explicación a las quejas físicas vagas, cambiantes y refractarias al tratamiento médico. (Swiller, 1988)
No existe una terapia suficientemente contrastada para ofrecer una garantía absoluta del tratamiento contra la alexitimia, pero hay varias tentativas con resultados esperanzadores.
El tratamiento de Swiller es en grupo e individual y se basa en la teoría del desarrollo cognitivo de la conciencia emocional de Lane y Schwartz, 1987. Según esta teoría, la conciencia emocional es la habilidad de identificar, describir y diferenciar las emociones en uno mismo y en los demás. A medida que se va desarrollando esta conciencia o va subiendo de nivel, la experiencia emocional se hace más diferenciada e integrada. Va transformando las formas implícitas, como por ejemplo las sensaciones físicas, a representaciones más explícitas, logrando una mayor conciencia de los sentimientos y estados emocionales que se experimentan. Una especie de alfabetización emocional
Los alexitímicos tienen un nivel bajo de experiencias emocionales diferenciadas e integradas. En ellos la activación emocional se experimenta como algo global, amenazante y básicamente somático.
En el grupo terapéutico se ofrece un ambiente en el que los otros evocan y demuestran emociones más pequeñas y manejables. En la terapia individual se aborda el desarrollo de un procesamiento cognitivo más avanzado de estas emociones. Así se va revisando un conglomerado emocional cada vez más rico. Este procesamiento cognitivo más avanzado permite la experiencia de emociones más diferenciadas e integradas que familiarizarán al alexitímico con ellas.
TERAPIAS
El futuro de los tratamientos para la alexitimia se presenta prometedor. A medida que se profundiza en la comprensión de esta condición, se están desarrollando enfoques terapéuticos más específicos y efectivos. A continuación, se mencionan algunas posibles direcciones en las que podrían avanzar los tratamientos:
Terapia psicodinámica: Este enfoque terapéutico se ha utilizado tradicionalmente en el abordaje de la alexitimia. Mediante el análisis de los procesos mentales inconscientes y las experiencias tempranas, se busca promover la conciencia emocional y la capacidad de expresión verbal de las emociones.
Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ser útil para abordar los patrones de pensamiento y comportamiento asociados con la alexitimia. Se centra en identificar y cambiar los pensamientos disfuncionales, promoviendo habilidades de autorreflexión y regulación emocional.
Terapia basada en la mentalización: Este enfoque terapéutico se centra en mejorar la capacidad de la persona para comprender y atribuir significado a los estados mentales propios y ajenos. Ayuda a desarrollar una mayor conciencia de las propias emociones y a relacionarse de manera más efectiva con los demás.
Terapia de grupo: Participar en grupos de apoyo o terapia grupal puede brindar a las personas con alexitimia la oportunidad de compartir experiencias y aprender de los demás. El apoyo social y la validación emocional pueden ser especialmente beneficiosos para aquellos que tienen dificultades para expresar sus emociones.
Terapia de arte y expresión creativa: El uso de modalidades artísticas, como el arte, la música o la danza, puede proporcionar una vía alternativa para la expresión emocional en aquellos con alexitimia. Estas formas de terapia permiten el acceso a las emociones de manera no verbal, fomentando la exploración y la comunicación de los sentimientos.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede responder de manera diferente a los tratamientos. Además, la combinación de diferentes enfoques terapéuticos puede ser beneficiosa para abordar los diversos aspectos de la alexitimia. A medida que se realicen más investigaciones y se obtengan nuevos conocimientos sobre esta condición, es probable que se desarrollen enfoques terapéuticos más personalizados y eficaces en el futuro.
CONCLUSIÓN
La alexitimia es un trastorno que se caracteriza por la dificultad para identificar y expresar las emociones de manera verbal. Se cree que su origen está influenciado por factores socioculturales y familiares, donde la falta de comunicación emocional y la presencia de dinámicas disfuncionales pueden contribuir a su desarrollo.
La alexitimia se asocia con riesgos para la salud, como enfermedades psiquiátricas, trastornos psicosomáticos y un estilo de vida menos saludable.
Es importante abordar y tratar la alexitimia para mejorar el bienestar emocional y físico de las personas afectadas. La educación emocional, la terapia psicológica y el apoyo familiar pueden desempeñar un papel fundamental en el tratamiento de la alexitimia y en el desarrollo de habilidades para la identificación y expresión emocional.